Los hongos son organismos descomponedores de materia orgánica, son eucariontes, heterótrofos, y pueden ser unicelulares o pluricelulares; actualmente se tienen identificadas al rededor de un 1 000 000 de especies al rededor del mundo por lo cual podemos decir que son un reino muy basto.
En la antigüedad las plantas y los hongos se estudiaban dentro del mismo grupo, pero gracias a los avances en la ciencia, se pudieron comprobar que los hongos tienen características propias y únicas, por lo que después se le dedico un reino específico para el estudio de estos curiosos organismos, el «reino Fungi», el cual incluye hasta los hongos de los pies.
Las características diferenciales y primordiales de los hongos, radican en tener una reproducción asexual, la mayoría lanza esporas al aire para que se adiaren o reproduzcan en otros organismos.
Al crecer las esporas, se crean una red filamentos o «hifas» que funcionan como conductos por donde se obtendrán los nutrientes necesarios para el desarrollo del hongo, estos filamentos, producen enzimas que descomponen la materia orgánica extrayendo todos sus nutrientes.
Otra de sus grandes diferencias con las plantas es que los hongos contienen, paredes celulares en su estructura, las cuales contienen una substancia química llamada «quitina» lo que les brinda una mayor resistencia en su tallo y filamentos.
La existencia de los hongos puede favorecer a la vida y al ser humano, o podrían representar una gran amenaza y una catástrofe o hasta la extinción del ser la raza, si no se tiene un control sobre estos organismos y si no se controla el mal uso de medicamentos.
Por otro lado existen otros hongos que pueden brindar beneficios al ser humano, como en la medicina, en la alimentación y en el ecosistema, pero esa es otra historia…